4 beneficios al tocar un instrumento de viento

Si tocas un instrumento de viento o estás pensando en aprender a tocar un instrumento como la flauta, oboe, clarinete, saxofón, fagot, trompeta, trompa, trombón o tuba, te alegrará saber que practicar con estos instrumentos también implica beneficios más allá de tocar ese tema que siempre quisiste, mejorar tu técnica o formar parte de una banda u orquesta.

En este artículo vamos a hablar de cuatro sorprendentes beneficios para la salud que aporta tocar un instrumento de viento. ¡Vamos a ello!

1. Trabajar la respiración

Tocar un instrumento de viento hará que tengas conciencia de cada uno de los elementos del cuerpo implicados en la respiración: esto conlleva tomar el aire correctamente y expulsarlo de forma controlada y medida. Por tanto, no solo mientras tocas, sino que cuando calientas y te preparas para ello, estás llevando a cabo una serie de ejercicios beneficiosos para todo el sistema respiratorio. Y no olvides que también puedes aumentar la capacidad pulmonar.

Dependiendo del tipo de instrumento, se trabajarán diferentes aspectos: no es lo mismo el uso del aire en un instrumento de bisel como la flauta que en una tuba, como ya vimos en este otro artículo. Independientemente de esto, la respiración no es algo exclusivo de los instrumentos de viento. Puede mejorar también tu preparación para cantar o para hablar en voz alta durante períodos prolongados.

2. Mejorar tu postura corporal

A raíz del control de la respiración, también se trabaja la musculatura principal del cuerpo cuando tocamos un instrumento de viento. Algunos instrumentos requieren una velocidad de exhalación rápida, lo que deriva en un entrenamiento de la zona abdominal y del diafragma.

Además de eso, la exigente postura para poder tocar adecuadamente sin temor a lesiones o dolores derivados de la práctica, conlleva una corrección postural también para el día a día que puede mejorar nuestros hábitos a la hora de sentarnos o estar de pie.

3. Controlar situaciones bajo presión

A algunas personas tocar en público les puede suponer un problema por la presión de hacerlo perfecto o por «exponerse» delante de muchas personas. No obstante, la práctica repetitiva de situaciones como esta, con familiares, amigos y público real, mejora esta percepción y la tendencia a pasarlo mal va desapareciendo.

Aunque la ansiedad escénica –también llamada miedo escénico– por descontado también se da en otros instrumentistas, el factor añadido de los instrumentos de viento está en el control de la respiración además del muscular general.

Si te interesa el tema de la ansiedad escénica, aquí puedes encontrar un interesante artículo.

Por tanto, si tocas un instrumento de viento y tomas la costumbre de tocar en público sin problemas, estarás trabajando también el enfrentarte a situaciones bajo presión y además controlando la respiración, lo que supone psicológicamente un gran apoyo para otras situaciones más allá del escenario.

4. Mejora de la coordinación

No cabe duda de que tocar cualquier instrumento musical también tiene altos beneficios para nuestra capacidad de concentración y coordinación.

En el caso del saxo, clarinete o cualquier otro instrumento de viento, para dominar la técnica es necesaria una gran coordinación de muchos elementos corporales, desde los más generales como explicábamos antes, hasta más específicos como la vista o la posición de labios y lengua, pasando por los dedos, brazos, espalda o piernas.

Mientras un músico toca un instrumento de viento hay decenas de músculos implicados que consecuentemente estamos ejercitando y además coordinando. Esto también resulta beneficioso para el día a día, no solamente cuando se está tocando un fagot, por ejemplo.

Conclusiones

Si ya tocas un instrumento de viento, enhorabuena, no dejes de hacerlo, pues como ves, hay muchos beneficios en la salud derivados de la práctica.

Y si aún no te has iniciado, ¿por qué no empezar ahora?

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