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Nuestra empresa familiar tiene sus orígenes en Graslitz. Esta ciudad es considerada la cuna de la fabricación de instrumentos musicales. Allí comenzó el desarrollo de toda esta rama de la industria. Ya en 1669 doce fabricantes de violín estaban trabajando en Graslitz. En el estallido de la Segunda Guerra Mundial existían 300 empresas que empleaban a 3.000 artesanos que fabricaban instrumentos musicales.

1888

En Graslitz Ignaz Klier fundó una empresa que produce partes de instrumentos musicales y boquillas para instrumentos de bronce.

1927

Josef Klier, que dio nombre a la empresa de hoy, se hizo cargo de la firma. En 1946, durante la expulsión de los alemanes de los Sudetes, la maquinaria, el material y las herramientas necesitaban ser dejados atrás en Graslitz. Sólo a costa de grandes sacrificios, Josef Klier pudo relanzar la producción en las salas de un monasterio de Birkenfeld en 1948.

1952

Roland Klier, junto con su padre Josef, se involucró en la expansión de la producción de boquillas. La alta calidad de las nuevas boquillas y los intensos contactos de la familia con los solistas de la orquesta sinfónica de Bamberg, predominantemente antiguos miembros de la Orquesta Filarmónica Alemana de Praga y músicos de Carlsbad y Silesia, llevan a un rápido aumento de las ventas. Josef y Roland Klier deciden trasladar la empresa a una nueva y más grande planta de producción en Diespeck.

1972

Roland Klier se hizo cargo de la gestión de la empresa familiar. Bajo su dirección la selección de boquillas fue ensanchada y refinada continuamente según los deseos de los músicos. Después de sus estudios de construcción de máquinas, Jürgen Klier se unió a la empresa en 1986. Ya en la actualidad, además de los métodos de producción tradicionales, la tecnología CNC más moderna se utiliza para producir boquillas.

2003

Jürgen Klier con su esposa Birgit Klier asume el control.