Seguro que en más de una ocasión te has preguntado cómo hacer una partitura en el ordenador fácilmente, ya sea para hacer un arreglo o para escribir esa idea que tienes en la cabeza sonando desde hace unos días.

Existen multitud de programas para Windows o MacOS, si hablamos de ordenadores, y en esta primera entrega vamos a comentar los más destacados: Musescore, Sibelius y Finale. En las próximas publicaciones contaremos cómo funcionan, pero ahora hablemos de sus principales características y diferencias.

Musescore destaca porque es gratis sin ningún tipo de limitación, pero no por ello deja de ser muy versátil y funcional. Además, cuenta con una gran comunidad detrás y un extenso repositorio, donde músicos comparten sus arreglos, versiones o composiciones propias y cuenta con la posibilidad de leer esas partituras en dispositivos móviles o tablets Android o Apple.

Es cierto que su interfaz no es todo lo perfecta que se pudiera desear, pero funciona con cualquier instrumentación, desde un clarinete solo a un duo de saxo y piano, y el resultado es más que válido.

Musescore cuenta con una gran comunidad detrás y un extenso repositorio

Sibelius es otra opción desarrollada desde 2012 por la compañía AVID, aunque ya venía existiendo desde 1993. Su interfaz y usabilidad está más trabajada que la de Musescore y presenta opciones más precisas y profesionales, aunque para partituras sencillas, no tiene grandes diferencias con sus competidores. 

Precisamente en este último aspecto, hay que tener en cuenta su coste: además de una versión gratuita básica limitada, hay opciones de pago mensual o se puede adquirir la licencia completa. En cualquier caso, el precio hace que esté destinado a un sector más profesional y no de uso esporádico. Eso sí, hay que tener en cuenta que permite crear partituras desde un escaneo (PhotoScore) o incluso desde una grabación (AudioScore) o tocando desde un teclado MIDI en vivo (LiveTempo), aunque a decir verdad, no siempre es muy exacto en esos usos.

Sibelius está destinado a un sector más profesional y no de uso esporádico.

Hablando ahora de Finale, este programa lanzado en 1988 y compatible como los dos anteriores con Windows y macOS, está enfocado a ámbitos también. Esto quizá justifica su uso algo más complejo que Musescore y Sibelius, aunque, por contra, ofrece una exactitud sin precedentes a la hora de realizar detalles muy concretos en las partituras.

LA MUSA instrumentos Finale partituras
Finale

Su precio es algo más económico que Sibelius pero no ofrece opciones de pago mensual. Pero lo que más diferencia a Finale de sus competidores es el sonido: su librería Garritan ofrece una fidelidad que se aleja —para bien— de los sonidos por defecto de Musescore o Sibelius. Por contra, sus usuarios echan en falta elementos de escritura contemporánea como los multifónicos de un fagot, por ejemplo.

Finale es más complejo pero ofrece una exactitud sin precedentes.

En cualquier caso, Sibelius y Finale ofrecen pruebas gratuitas completas donde se puede testear qué nos puede convenir más, según nuestras necesidades y teniendo en cuenta lo que se ha sintetizado más arriba. Y, como ventaja, todos son compatibles con el formato MusicXML y también con MIDI, que permite portar una partitura creada con cualquier de estos programas entre sí, e incluso llevarla a un DAW como puede ser Logic, Ableton o Pro Tools. Eso sí, no siempre van a quedar exactamente igual que con el programa original con el que se hicieron.

Todos son compatibles con MusicXML y MIDI.

Otros programas que merecen su mención aquí también son Dórico (de los creadores originales de Sibelius pero bajo el paraguas de la casa Steinberg), Noteflight (completamente online) o GuitarPro (sí, como su nombre indica, más dedicado a guitarra).

Y tú, ¿has utilizado alguna vez uno de estos programas u otro del que no hayamos hablado?

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